lunes, 17 de enero de 2011

EL PSICOANÁLISIS AL REVÉS

INTRODUCCION:

Hace muchos años pensaba que había algunos pacientes que hacían psicoterapia y
otros que decidían psicoanalizarse , que se trataba de una cuestión de gustos, formación y elección (transferencial). Quienes hacían psicoterapia era porque querían hacer psicoterapia- mal no hacía, pensaba -; y los que hacían psicoanálisis era porque tenían un deseo de analizarse y acudían a un analista, instrumento necesario para un análisis.
Sin embargo escuchando en algunos analizantes los efectos de alguna experiencia psicoterapéutica anterior, y leyendo algunos textos de quienes promueven la psicoterapia psicoanalítica, llegué‚ a la conclusión de que ciertas prácticas provocan efectos nocivos. Algunos de los cuales son valorados por esas mismas prácticas como logros.
Legitiman su acción desplegando un discurso (pseudo) analítico, que banaliza los conceptos fundamentales del psicoanálisis.

PSICOANALISIS Y PSICOTERAPIA
Una intersección vacía

1.Quienes promueven la psicoterapia conciben los tratamientos como un proceso corrector de experiencias y de fantasías respecto a la realidad, es decir que el objetivo del tratamiento es mostrarle al paciente que sus fantasías le distorsionan el acceso al conocimiento de la realidad y a la relación con los otros. Proponen un pasaje desde el principio del placer - manejarse como si estuviese en el seno materno- al principio de realidad. ¨Y que‚ sería para ellos el principio de realidad? Aprender a soportar frustraciones, mediante una transferencia de aprendizaje en donde el terapeuta hace una orientación constante de su paciente hacia la realidad.

¨ Cómo plantea Freud el principio del placer y su relación con el principio de realidad? Sostiene que no son opuestos. El principio de realidad está al servicio del principio de placer, no es m s que una forma de garantizarlo. En "Inhibición, Síntoma y Angustia", afirma que es el yo, el narcisismo, lo que est regido por el principio de placer- realidad. No se oponen sino que el de realidad garantiza, retrasando, el cumplimiento del placer.

2.Hacen hincapié en la teoría de las relaciones de objeto cuyo ideal es llegar a relacionarse con un objeto genital total.
Proponen un encuentro positivo entre el paciente y el terapeuta para reparar el mal encuentro infantil con sus padres, con esos primeros objetos. En ese sentido, el terapeuta debe ser una persona buena, permisiva, que ayuda, y debe tener un rol real de docente experto.

Para el psicoanálisis, las relaciones objetales tienen su campo en el narcisismo, son las relaciones que se establecen con los objetos del yo, los objetos amables por el yo. El Complejo de Castración, relación del sujeto con la ley, inscribe al objeto como perdido.
El psicoanálisis no promueve un buen encuentro, ni la ilusoria posibilidad de darle a un paciente un objeto (que no se posee), sino que basa su práctica alrededor de esta pérdida irremediable del objeto. Cualquier objeto que se crea "poder" otorgar sólo contribuye a obturar esta pérdida fundante de la subjetividad.

3.Hay corrientes psicoterapéuticas que proponen tratamientos breves, cuya fecha de finalización está prefijada.

Cuando un terapeuta dice en el inicio, vamos a trabajar tanto tiempo- nos vamos a encontrar 6 meses -, está anunciando y garantizando que durante este tiempo pre-establecido y en ese pacto, no van a morir ni él ni el paciente. Hay una renegación de la muerte, es decir de la castración.
Se dice que lo breve si bueno dos veces bueno. Sin embargo Freud polemiza con O.Rank que ya planteaba la necesidad de abreviar y agilizar el análisis, diciendo: "si deseamos satisfacer mayores exigencias con la terapéutica analítica, nuestro camino no nos llevar a un acortamiento de su duración".
Rank sostenía que sabiendo que el trauma de todos los pacientes es el trauma del nacimiento, es posible atacar de frente al trauma y terminar el tratamiento en poco tiempo. Sabemos la causa, sabemos el final. Freud responde que procediendo así es como sacar una lámpara que ha iniciado el incendio y dejar el incendio. La causa no está al comienzo sino que la construimos al final del análisis. Con la teoría del trauma del nacimiento Rank llena el lugar de la causa. El complejo de castración en cambio, es el vaciado de este lugar y no la sustitución de una causa originaria - que daría cuenta de todo- por otra.

4. La psicoterapia propone un pacto de trabajo al paciente. Esta alianza terapéutica tiene como objetivo fortalecer áreas del yo libres de conflicto, y sostener con esas áreas esta alianza.

En "Análisis terminable e interminable", Freud propone que "si hemos de hacer un pacto, una alianza con el yo, éste ha de ser normal. Pero un yo normal es como la normalidad, una ficción ideal; el yo anormal no es por desgracia una ficción" y agrega: "no hay lealtad del yo al trabajo del análisis, es una ficción". Por lo tanto aquel tratamiento que hace del fortalecimiento del yo su ideal, lo que no tiene en cuenta es que el yo, el narcisismo, est comprometido en la resistencia y en la represión del deseo. Fortalecer el yo es un vano intento de consolidar una santa alianza contra el deseo anclado en la carne.

5. Otra discusión que Freud plantea (esta vez con Ferenczi) es respecto de los conflictos artificiales activados en el tratamiento: - bueno, hoy vamos a dedicarnos a hablar de su homosexualidad latente -, y ponemos un título, intentando activar un conflicto artificialmente; "Qué‚ dice el paciente después de largas sesiones de trabajo sobre el tema propuesto por el terapeuta? El paciente responde como las señoras en los museos: qué interesante!!" y agrega Freud "cuando uno le habla de estas cuestiones al paciente y le explica sus problemas sus conflictos, es como dar a los niños información sexual, de donde vienen los niños, de todas maneras ellos en secreto siguen adorando a sus ídolos".
Aunque como un educador modelo, el analista le intente enseñar y explicar, continúan aferrados a sus ídolos, a sus creencias infantiles, a sus teorías sexuales infantiles.
Lacan en el seminario" Los 4 conceptos" recuerda una frase de Picasso que dice: "yo no busco, encuentro", no busca la homosexualidad latente, el Edipo, la castración, basta escuchar para encontrar y sorprenderse cuando en la transferencia los demonios salen a nuestro encuentro. Actuamos como si no persiguiéramos fin ninguno determinado y nos dejamos sorprender por cada nueva orientación y actuamos libremente sin prejuicio alguno. En cambio para la psicoterapia, para el ideal de la psicoterapia, el proceso terapéutico se apoya "en activar funciones yoicas de los dos, del yo del analista y del yo del paciente, en un foco, donde se focaliza el conflicto en una relación de trabajo".


6. Proponen que el foco impone una asociación guiada activamente por el terapeuta relacionada con el motivo de consulta.

La única regla para un análisis es la regla fundamental: "diga todo lo que se le ocurra". Esta regla es absolutamente diferente a cualquier asociación guiada.
Entre analista y analizante hay un lugar tercero, el lenguaje. Se trata de palabras y el analista no puede olvidar que se trata de palabras, no para ponerse a jugar con las palabras sino para escuchar cuáles son las leyes del encadenamiento de estas palabras, lo que permitiría el advenimiento de la interpretación.
En la psicoterapia el ideal es la asociación guiada, para interpretar el significado de las conductas y prescribir conductas: "Si en esto que está haciendo le va mal, por qué no cambiar? ¨ Por qué‚ no prueba con otra cosa? Se ocupan de la conducta y de la descripción de la conducta. Insisto, para el psicoanálisis se trata de palabras, no de significados de conductas, sino de la función de la palabra y de su poder creacionista.

7. Cuál es el lugar del analista y cuál el del terapeuta? El terapeuta prescribe conductas, indica, interpreta significados de conductas, da una opinión profesional.

Este lugar del terapeuta se contrapone a una escucha analítica de la demanda. El analista forma parte del concepto de inconsciente, y su responsabilidad es estar en el trabajo del inconsciente, es escuchar las asociaciones del analizante, e intervenir cuando es necesario, en el sentido de necesariedad: no puede dejar de decir.
Mientras que la opinión profesional es la de un personaje ajeno al trabajo del inconciente, alguien que opina sobre, y prescribe -receta- El terapeuta debe cumplir en este sentido un rol cultural, de docente, un rol corrector de experiencias emocionales y además debe incluirse selectivamente como persona, debe participar con su yo. Por el contrario, el psicoanálisis nos enseña que la individualidad, la persona del analista, constituyen su resistencia. El analista desaparece en tanto persona porque es concebido como un lugar en el discurso que se despliega, que deriva en la transferencia.
"El amor a la verdad excluye toda impostura", y persona significa máscara, impostura...un código de procedimientos, ciertos rituales, que harían creer que con esta impostura se parece a un analista, a un analista que posiblemente se haya tenido, que a su vez haya sido un impostor de otra impostura. Entonces cuando la persona del analista dirige el tratamiento, lo que está en juego es su individualidad.
(-indiviso- no dividido).

8. Todos nos hemos preguntado en algún momento "qué‚ es lo mejor para el paciente", pero deberíamos detenernos en esa máxima freudiana "lo mejor es enemigo de lo bueno". Freud en "Malestar en la Cultura" dice que" muchas veces lo malo ni siquiera es lo nocivo para el yo, sino algo que este desea, inclusive que le procura placer... agrega que lo malo es aquello por lo cual uno es amenazado con la pérdida del amor". Para Freud lo bueno y lo malo están relacionados con la indefensión del sujeto frente al Otro. Es el Otro quien sanciona qué‚ es bueno y qué‚ es malo, se renuncia entonces por miedo a la pérdida del amor.
Nos advierte que si hay mejoría en los pacientes se produciría una inercia en el tratamiento, que favorece la resistencia.
Lacan afirma en el "Seminario de la Etica", que la cuestión ‚ética del análisis no se plantea en una especulación del ordenamiento del servicio de los bienes - cuánto tiene, si provee o no provee -. La ‚ética del psicoanálisis se sostiene en lo que llama, la "experiencia trágica de la vida".
En el discurso de Baltimore dice: " donde está el sujeto es necesario encontrar el sujeto como objeto perdido, más precisamente este objeto perdido es el soporte del sujeto, en muchos casos es una cosa más abyecta de lo que ustedes pueden considerar, en algunos casos es algo hecho, como lo saben perfectamente todos los psicoanalistas y mucha gente que ha sido psicoanalizada, es por eso que muchos psicoanalistas prefieren volver a una psicología general, como el presidente de la sociedad psicoanalítica de Nueva York nos dice que debemos hacer. Pero yo no puedo cambiar las cosas, soy psicoanalista y si alguien prefiere dirigirse a un profesor de psicología, eso es asunto suyo. Resulta obvio que el organismo es una unidad y funciona como tal. La cuestión se hace más difícil cuando esta idea de unidad se aplica a la función de la mente, porque la mente no es una totalidad en sí misma, pero estas ideas en forma de unidad intencional, fueron la base de todo el llamado "movimiento fenomenológico". Lo mismo era cierto en la física y en la psicología con la llamada escuela gestáltica, y la noción de la buena forma, cuya función era unir por ejemplo, una gota de agua e ideas más complicadas. Y los grandes psicólogos, incluso los psicoanalistas, están llenos de la idea de personalidad total.
De todos modos es siempre la unidad unificadora la que se encuentra en primer término. Yo nunca he comprendido esto, pues aunque soy psicoanalista también soy un hombre, y como hombre mi experiencia me ha mostrado que la característica principal de mi propia vida humana -y estoy seguro, de la de todos los aquí presentes - consiste en que la vida es algo que va, a la deriva. La vida va por el río, tocando de vez en cuando la rivera, parándose un rato aquí, allí, sin comprender nada.
Y el principio del análisis es que nadie comprende nada de lo que ocurre, la idea de la unidad unificadora de la condición humana, me ha producido siempre el efecto de una mentira escandalosa."

¨ Qué‚ propone la psicoterapia? Que el paciente elabore un proyecto que implique su propio bienestar y su propia autoestima que hay que reforzar siempre, y decirle al paciente de toda mejoría y de todo avance en la tarea del tratamiento, en busca de integrar una concepción totalizadora de la experiencia humana.
Lacan nos advierte sobre esta cuestión diciendo que el dominio del bien, el que domina el bien, el que dice dónde está el bien es el amo con su supuesto poder("yo puedo el bien, el bien del otro, o mi propio bien. El dominio del bien es el nacimiento del poder, yo puedo el bien").

9. En la psicoterapia se insiste en que los terapeutas deben dar intervenciones directivas. La sugestión desconoce al sujeto en su división, produce dominación y fascinación; "toda canallada descansa sobre el deseo de ser el Otro para alguien". La sugestión sitúa y coagula al analista en el lugar del ideal del yo ("Psicología de las masas y análisis del yo"), dominando, fascinando, ordenando, diciendo lo que está bien y lo que está mal, hipnotizando.
En el "Fedon" Platón le hace decir a Cebes: "comprendo que a un loco se le puede ocurrir que sea preciso huir de un amo, cuéstele lo que le cueste, y no comprenda que siempre se debe estar unido a lo que es bueno".
Un hombre prudente y sabio desearía siempre estar bajo la dependencia de lo que es mejor para él.

10. Un argumento falaz utilizado como ariete contra la práctica analítica es que tiene límites, que sólo sirve para un reducido número de pacientes ("normalmente") neuróticos, y que la psicoterapia analítica está indicada para los pacientes borderlines, y para las neurosis narcisistas.

Con este novedoso criterio clasificatorio la mayoría de los historiales de Freud serían de pacientes borders. La neurosis es grave, y siempre plantea desafíos y dificultades para quien está‚ dispuesto a escucharla.
Hago mías las palabras de J.B. Pontalis:" Los casos límites no pueden ser considerados la excepción, el estado límite parece siempre subyacente a la construcción neurótica. Cuando derivamos nuestra impotencia a la morfología de la realidad psíquica de nuestros pacientes nos comportamos como aquéllos neuróticos que imputan su estado de miseria a una realidad social o familiar. No hay análisis que aquel que nos lleva a los límites, en una prueba de los límites del psicoanálisis y de nuestros propios límites."

11. Decía al comienzo que en una época pensaba que la psicoterapia no tenía efectos nocivos, que si bien obstaculizaba que los pacientes se analizaran, al menos era una experiencia terapéutica.
Luego entendí que sus objetivos conducen a lo peor. Los objetivos (compartidos!) que la terapia se fija son "favorecer la autoevaluación y la objetivación". Es decir que el paciente se piense se objetive, y diga acerca de sí lo que le pasa, lo que le falta, lo que tiene o lo que quisiera ser. Que hable de sí mismo, que se autocomprenda, autoevalúe, y discrimine entre realidad y mundo interno – fantasías -. El objetivo es consolidar un Yo más finamente observador de las experiencias.
El ideal de la interpretación en la psicoterapia es la introducción de una racionalidad, una razón, una causa que se le provee al paciente, se le explica, se le enseña, se le ayuda a hacer un proyecto de vida.
Por qué un paciente no puede en una terapia autoevaluarse, objetivarse, autocomprenderse, discriminar, reforzar su yo, consolidar a un yo finamente observador, por qué no puede objetivarse, por qué no introducir una racionalidad en conductas irracionales, por qué‚ no introducir una causa y una explicación en todo lo que le sucede?
Lacan plantea que todo ideal de normalización psicológica, no es más que una moralización racionalizante; " si se forman analistas es para que haya sujetos tales que en ellos el yo esté ausente". Es el ideal del análisis, es virtual... porque no hay sujeto sin yo, un sujeto plenamente realizado no existe, sin embargo procuramos acercarnos asintóticamente a un sujeto sin yo.
"Allí donde el ello era, el yo debe advenir ", lo leemos como "allí donde el ello era, que el sujeto advenga", que caiga el yo, que caiga la persona, que caiga la impostura.
"Que el sujeto acabe por creer en el yo, es como tal una locura", si se refuerza al yo, a un yo que da razones, se termina creyendo en el yo, se constituye una paranoia post- analítica.
Freud define la paranoia en el manuscrito H: "la paranoia es una psicosis intelectual, una manía de interpretación que modifica al yo".
Por supuesto que después de una psicoterapia los pacientes terminan modificados, pero es en este sentido que terminan modificados, dando explicación de todo, con una manía de interpretación que modifica al yo, con una locura racionalizante.

Se acude al análisis porque hay síntoma, y no hay sujeto sin síntoma. En el síntoma hay una verdad oculta, una verdad que se dice demandando ser descifrada.
Esa verdad que está en juego es un deseo reprimido. La función del yo es de desconocimiento de esta verdad singular; reforzando al yo, se refuerza la política del Yo, es decir la represión.

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